Si el tiempo pasara veloz
Cuenta
el camino, ese que tantos viajeros ha visto pasar, que un día de
tantos que la marcha sobre si tuvo lugar. Un soldado fatigado perdió
el paso al andar y muy, muy atrás se empezó a quedar…
De
tanto trecho a descansar se quedo, en un árbol viejo que a su paso
encontró, no se necesito mas comodidad para que este se quedara
dormido en un sueño tan profundo que al país de los sueños
maravillosos fue a dar, por que es claro que todos soñamos pero no
todos llegamos a ese lugar, un mundo mágico de perfecta creación y
cuentan los sabios que son los niños quienes gobiernan tal creación.
Este
hombre se encontró al abrir sus ojos en un gran sofá, junto a el
una fogata y en una mesa algo de vino, café y pan. Era de ese que a
él le encantaba, de uvas pasas con trozos bien picados de frutas
secas. Sin pensar en lo ocurrido se levantó de un salto y con
emoción, tomase la botella de vino por el cuello y con sus dientes
el corcho que le impedía tomar de su interior, en otra mano el
delicioso pan. Al terminar con aquél festín, ya que después de
tanto tiempo esto era demasiado para el, se dirijo a la ventana para
ver que podía encontrar fuera del hogar en el que ahora estaba.
Hago
una pausa en la historia para contar que los demonios existen, pero
no te preocupes un ángel también siempre te guiará.
Cuando
este hombre abrió la ventana una gran tempestad, ¿Cómo? Pero si
este es el mundo de los sueños maravillosos, ¿que podía pasar?
Saliendo a prisa por la puerta principal encontró un niño que
corría gritando sin dar palabra a escuchar, el hombre le detuvo y le
tranquilizó, después de un momento de calma le pregunto lo
sucedido, porque la prisa, porque tanto alarido. El niño venia del
centro del mundo, este que fue hecho para soñar.
-Nos
han atacado, - Empezó el niño a hablar, - Un grupo de niños
grandes con ideas malas, el mundo empezaron a dañar.
-¿De
que lugar han llegado?-
-No
lo sabemos pues nosotros al despertar, no podemos darnos cuenta si
ellos se quedan aquí y al llegar en sueño siguiente antes que
nosotros ellos ya están.-
-¿Crees
que puedas llevarme con ellos?-
-Pues…
El
hombre sin mas armas que su estomago lleno y cuerpo en descanso
partió con las indicaciones dadas por el niño pues este no había
querido regresar. Larga fue la marcha días tal ves sin contar. En
sueños el tiempo no pasa y en la realidad, son minutos nada más...
-Jw-
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